Salud

Todo acerca del tratamiento de la balanitis

El tratamiento de la balanitis difiere en función de la causa que la provoque, por lo tanto, no existe de un tratamiento general.

El tratamiento de la balanitis dependerá de la causa responsable de la aparición de esta patología. Antes de entrar en detalle sobre cuales son los posibles tratamientos, debemos conocer que es está afectación y por qué se desarrolla. Por lo tanto, la balanitis hace referencia a la inflamación del glande, que es la parte fina y más abultada del pene.

Este término, balanitis, también puede hacer referencia a la inflamación del clítoris, aunque esta situación es mucho menos frecuente. En casi todos los casos de balanitis, el glande y el prepucio se enrojecen llegando a aparecer otras lesiones como ampollas, erosiones o manchas tanto grises como blanquecinas. Además, la mayoría de los pacientes experimentan dolor, picor y escozor.

Es importante saber que puede haber una infección de transmisión sexual asociada. Por ello, es importante realizar un buen diagnóstico, ya que su cuadro sintomatológico es muy parecido a otras lesiones en esa zona.

Causas de balanitis

Como se ha comentado al principio del artículo, el tratamiento de la balanitis que se elegirá va a depender del tipo y de la causa que desencadene la inflamación. Dentro de los factores que pueden causar balanitis se encuentran:

  • Mala higiene: Si no se realiza una correcta higiene corporal, los microorganismos de la zona afectada se pueden comportar como patógenos irritativos.
  • Adherencias en el prepucio.
  • Hipersensibilidad postcoital o causa traumática.
  • Infección bacteriana o micótica.
  • Alergias a jabones, preservativos o detergentes.
  • Otras enfermedades como la diabetes o el VIH.

Tipos y tratamiento de la balanitis

La balanitis desaparece rápidamente si se siguen los tratamientos adecuados. Además, no suele requerir una cirugía. Sin embargo, el pronóstico de esta enfermedad depende del cuál haya sido su causa y los factores de riesgo que se presenten.

Si no se lleva un tratamiento adecuado, pueden aparecer diferentes complicaciones como el desarrollo de diabetes mellitus, provocar inmunodepresión y aumentar el riesgo de padecer cáncer de pene. Por ello, para evitar estas situaciones, es importante conocer los tratamientos para los diferentes tipos de balanitis que hay. Estos tipos son:

Balanitis candidiásica

Este tipo de balanitis se produce por una infección fúngica, en concreto por el hongo Candida albicans. Se produce una erupción enrojecida en el glande que hace que el paciente sienta dolor o picor.

El tratamiento de la balanitis causada por hongos se basa en la administración de fármacos antifúngicos. Entre ellos, los medicamentos de elección son el cotrimazol o el miconazol. Si la balanitis es recidivante, se debería descartar la presencia de enfermedades como la diabetes o el VIH.

Balanitis bacteriana

Cuando la balanitis es causada por bacterias, es importante distinguir entre los microorganismos aerobios y los anaerobios. Los primeros producen una sudoración maloliente y edema en el glande, mientras que los segundos producen diferentes síntomas dependiendo del agente causal.

Para el tratamiento de la balanitis por aerobios y anaerobios, se seleccionan antibióticos en función del microorganismo que se sospeche que es el causante. Los más utilizados son la eritromicina, el metronidazol y la amoxicilina con ácido clavulánico.

Balanitis por herpes

Si la balanitis es causada por algún herpes, se utilizan fármacos contra este microorganismo. Entre los antiherpéticos más utilizados destacan:

  • Valaciclovir.
  • Aciclovir.
  • Famciclovir.

En el caso en el que existan recurrencias frecuentes o muy graves, el médico debería plantear un tratamiento de mantenimiento durante un año.

Liquen escleroso

Para tratar el liquen escleroso se recurre a los corticoides tópicos hasta que se consiga la remisión total de la lesión y así luego ir reduciendo la administración poco a poco.

El tratamiento con corticoides a veces requiere un tratamiento intermitente durante algún tiempo. El fin de interrumpir el tratamiento es mantener la remisión. Si la afección es muy grave, se pueden plantear medidas más agresivas.

Balanitis circinada

Este tipo de balanitis puede estar asociada a otras patologías como el síndrome de Reiter o la artritis reactiva. Para tratarla se utilizan, como fármacos de elección, los corticoides tópicos además de realizar un tratamiento específico si se sospecha de infección asociada.

Balanitis de Zoon

Suele aparecer, sobre todo, en los hombres de edad avanzada que no tienen un buen hábito de higiene. El tratamiento de la balanitis de Zoon incluye unas medidas generales sobre la higiene personal, tratamiento médico como corticoides tópicos y antibióticos y medidas quirúrgicas.

Estas tres opciones de tratamiento se han de valorar en cada caso particular del paciente. Por último, otros dos tipos de balanitis son la producida por agentes irritantes y la producida por fármacos.

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