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Astronomia

La única forma de parar una nave en un viaje interestelar: usar radiación

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Cuando se habla de viajes interstelares, en lo que normalmente nadie se para a pensar es en lo que vamos a hacer una vez nos estemos acercando a nuestro destino: teniendo en cuenta que para llegar a otra galaxia desde la Tierra sería necesario que la nave viajara a unos 13.800 kilómetros por segundo, ¿quién nos garantiza que no nos pasaremos de parada al llegar hasta otra galaxia?

Esa es precisamente la incógnita que los científicos llevan años tratando de resolver. Desde hace algún tiempo, el llamado proyecto Breakthrough Starshot Initiative (financiado en buena parte por el multi-millonario ruso Yuri Milner) pretende enviar una nave en miniatura hasta Alfa Centauri, el que está considerado como el sistema estelar más cercano a nuestro hogar (aunque eso no quita que esté a 4,37 años luz de la Tierra).

Pongamos por caso que el hombre consigue enviar una nave hasta Alfa Centauri (aunque sea una nave en miniatura de menos de 100 gramos de peso, que es a lo máximo a lo que aspiramos ahora mismo). La nave sale de la Tierra y llega hasta el otro sistema solar en menos de 20 años terrícolas, pero… ¿qué haría falta para frenar una nave que viaja a una quinta parte de la velocidad de la luz? Si no se frena a tiempo, la nave pasará de largo por todo el sistema solar en cuestión de segundos.

 

Desde luego, un sistema de frenado convencional no sería ni remotamente suficiente para detener la nave antes de que acabara a millones de kilómetros de Alfa Centauri. El lugar que esconde el llamado Próxima B, un planeta que se dice que incluso podría ser habitable-, no nos lo pondrá nada fácil para cuando dentro de 20, 30 o 40 años queramos acercarnos al otro sistema solar que nos acompaña a unos cuantos millones de kilómetros de distancia del Sol.

Tal y como han comprobado mediante animaciones hechas por ordenador unos científicos del Instituto Max Planck (Göttingen, Alemania), lo que haría falta para detener la nave en miniatura a su llegada a Alfa Centauri sería ni más ni menos que aprovechar las propias peculiaridades de este sistema solar alternativo.

En lugar de utilizar motores para invertir la potencia -cosa que sería simplemente impensable para las minúsculas dimensiones de la nave, que según el proyecto original tendría el tamaño de una pastilla de jabón, lo que estos investigadores proponen es utilizar la propia radiación de Centauri para frenar la nave a su llegada. Eso, sumado a la gravedad que hubiera en el interior de ese sistema solar, sería suficiente para que la nave pudiera quedarse orbitando en sus alrededores.

 

 

 

[Source link :computerhoy]

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