Debido a sus propiedades y beneficios para el organismo, el brócoli es un alimento que cada vez más personas incluyen en su dieta. Si tú eres una de ellas, has de saber que la forma de cocinar el brócoli puede restarle cualidades, por lo que es muy importante que conozcas cómo le afecta el cocinado. Un equipo de científicos chinos ha descubierto cuál es la manera más saludable de preparar el brócoli, así que toma nota. Eso sí, te adelantamos que la técnica no es precisamente rápida, por lo que tendrás que armarte de paciencia.
Tenemos infinidad de razones para consumir este superalimento de moda. Destaca por contar con grandes capacidades nutricionales, como prevenir el cáncer, proteger de enfermedades degenerativas y cardiovasculares, mejorar los huesos y la piel, evitar la inflamación o favorecer la buena salud intestinal.
Eso sí, para aprovechar al máximo todas sus cualidades es importante saber cómo comerlo. De acuerdo con un estudio del año 2011, hay que consumir todo el vegetal y no únicamente en formato cápsulas o suplemento alimenticio, ya que así ingerimos más sulforafano, la sustancia química asociada con la prevención del cáncer. Esto es debido a que este compuesto no está presente tal cual en el brócoli, sino que se forma cuando los glucosinolatos interactúan con una enzima llamada mirosinasa que se libera cuando la verdura es dañada o cortada.El problema con el cocinado del brócoli reside en que, tal como han demostrado distintos estudios científicos, los métodos habituales de cocción, como hervir o cocinar en el microondas, reducen sensiblemente la cantidad de glucosinolatos en la verdura, y la mirosinasa también es sensible al calor. Por este motivo, la forma más saludable de comer brócoli es en crudo, aunque no es la más apetitosa.
Los científicos chinos han buscado una manera para cocinar el brócoli que permita que esté más sabroso restándole las mínimas. De acuerdo con sus resultados, lo mejor es picar la verdura en trozos pequeños (con los cortes se libera la mirosinasa) y dejarla reposar durante 90 minutos, para después asarla a fuego lento durante 4 minutos. Si no dispones de tanto tiempo, los investigadores señalan que al menos 30 minutos de reposo resultarán útiles para que se produzca más sulforafano.
