Una de las prioridades al llegar a un nuevo entorno, o al mudarse a una ciudad nueva, es conseguir amistades locales. Esto se hace para evitar la soledad durante momentos en los que se prefiere socializar. No es una tarea sencilla, se logra luego de un tiempo. Pero ¿es posible determinar exactamente cuál es la cantidad exacta de horas necesarias para ganar a un amigo?
Es una pregunta que ha despertado la curiosidad de científicos, quienes han llegado a una conclusión. Jeffrey Hall, profesor de comunicación en la Universidad de Kansas, explica que la amistad no surge de un día para otro. Las relaciones se producen luego de pasar una cantidad considerable de tiempo juntos y de realizar actividades que generan diversión.
En base a esto, el profesor afirma que el tiempo compartido en trabajo no tiene peso considerable.
No es algo que sucede por arte de magia. Hacer un amigo toma tiempo. Y trabajar para mantener esas relaciones es de las cosas más importantes en la vida, declara Hall. Al menos, en eso parecen coincidir las personas que están cerca de morir.
Hall se dedicó a averiguar la cantidad exacta de tiempo que se necesita para hacer un amigo y los requisitos que deben cumplirse. Lo hizo a través de dos experimentos.
El estudio
355 adultos participaron en el primer experimento. Todas las personas habían cambiado de residencia en el medio año anterior. Hall les solicitó que señalaran a alguien que conocieron en ese tiempo. Familiares, parejas o personas conocidas previamente no contaban.
Era necesario contar dónde se conocieron, la cantidad de tiempo que pasaron juntos la semana anterior, y cuánto tiempo estimaba que le dedicaba a esa persona en una semana regular. Luego, debía clasificar a la persona en una escala entre conocido y mejor amigo.
El segundo experimento contó con 112 participantes. Estudiantes nuevos de la Universidad de Kansas. Similar al ejercicio anterior, debían señalar a dos nuevos conocidos. Con ese grupo realizó seguimiento: dos veces durante las primeras nueve semanas del año. Con esto buscaba ver cómo cambiaban o avanzaban las relaciones.
La primera hipótesis de Hall fue confirmada: se necesita tiempo para hacer un amigo. La cantidad de tiempo invertido es capaz de determinar la profundidad de la amistad. A partir de esto, el profesor determinó tres tipos de amistades:
- Conocidos: El tiempo juntos fue menor de 30 horas.
- Amigo casual: Un tiempo juntos de aproximadamente 50 horas.
- Mejor amigo: Pasaron más de 200 horas realizando actividades juntos.
Uno de los factores más esenciales, además del tiempo, son las actividades que realizan en compañía de los nuevos conocidos.
El desarrollo de la amistad puede ser mucho más rápido, cuando el tiempo invertido se usa para tener conversaciones profundas o de interés, hacer bromas o conociendo mejor la vida de la otra persona. Así lo afirma Hall. Son interacciones comunicativas que juegan un rol importante.
Estos resultados pueden parecer evidentes. Pues socialmente es conocido que para la creación y el mantenimiento de una relación se necesita tiempo y voluntad. Sin embargo, es un estudio que recuerda el rol que las amistades tienen en la vida y la importancia de agregarles prioridad a la hora de distribuir el tiempo.
Hall explica que muchos adultos suelen pensar que no tienen tiempo para esto. Sin embargo, si se quiere contar con amigos, es necesario encontrar tiempo para fomentar la relación con otros.