La famosa aplicación TomTom, la que seguramente habrá usado la gran mayoría de conductores en alguna ocasión y que es capaz de guiarnos en nuestros viajes o trayectos a lugares que no conocemos con muy buena precisión, acaba de lanzar TomTom Radares de Tráfico. Una nueva aplicación que sin duda llamará la atención de muchísimos usuarios, pero particularmente de los que más horas están al día en la carretera.
La aplicación, que está disponible hasta en 15 países distintos de todo el mundo, entre ellosEspaña, ya se puede descargar desde la Google Play para dispositivos Android de forma totalmente gratuita y ofrecerá a los usuarios la posibilidad de ser alertados de radares fijos y móviles en tiempo real, así como el control de la velocidad media.
Cómo es lo más lógico y para evitar las falsas alarmas, TomTom Radares de Tráfico avisará únicamente de los radares situados en la carretera por la que circulemos. La información referente a los radares fijos será cogida de la propia base de datos de TomTom, mientras que la de los móviles son facilitados y verificados por los más de 4.6 millones de conductores que forman la comunidad.
Con la llegada de TomTom Radares, todos los usuarios con teléfonos móviles Androidpodrán unirse a esta comunidad para reportar y verificar cada día las localizaciones de estos radares para que tanto la comunidad como la aplicación crezcan en beneficio de todos y conseguir una experiencia de conducción más tranquila y relajada.
Una vez reportados y verificados los radares fijos y móviles, estos son añadidos a la base de datos para recibir alertas en tiempo real mientras circulamos por cualquier carretera. Además, la aplicación también puede funcionar en modo overlay, es decir, los usuarios podrán contribuir con la comunidad y recibir alertas incluso cuando estén utilizando otras aplicaciones en su móvil.
Tal y como explica Corinne Vigreux, cofundadora de TomTom, el objetivo de la aplicación TomTom Radares de Tráfico no es otro que el de reducir el estrés con el que habitualmente circulan los conductores al tener que estar pendiente de la velocidad a la que circulan, los límites de cada tramo de las carreteras y los posibles radares fijos y móviles con los que se pueden encontrar en el camino, añadido a la propia tensión de estar pendiente de la calzada y el resto de usuarios que circulan por ella.
