Aunque Europa ha acordado ‘matar’ al cambio de hora en 2021, nos enfrentamos aún, la madrugada del 30 al 31 de marzo de 2019, a un nuevo cambio de hora. Lo hacemos dos veces al año, pasando del horario de invierno al de verano, y viceversa, y aunque los relojes analógicos necesitan de nuestra ayuda, los móviles y ordenadores lo hacen de forma automática. En el caso de los teléfonos inteligentes, la forma en que lo hacen es curiosa y merece la pena revisar. Porque no, no necesitan WiFi ni conexión de datos móviles 4G para ello.
Así funciona el cambio de hora en nuestros teléfonos inteligentes, basándose en ‘Network Time Protocol’ o NTP (v4)
NTP se basa en la escala de Tiempo Universal Coordinado (UTC) por la sencilla razón de que es más preciso que la hora GMT. UTC se basa en el Tiempo Atómico Universal y, por este motivo, es utilizado como referencia para el protocolo que ‘pone en hora’ nuestros relojes cuando se produce el cambio horario. Pero trabaja también, por ejemplo, cuando arrancamos el móvil por primera vez y seleccionamos la configuración de zona horaria automática. Sea como fuere, NTP se basa en el algoritmo de Marzullo para la sincronización de todos los aparatos con reloj –en el ámbito de los sistemas informáticos- y para ello utiliza un sistema de jerarquía de estratos de reloj con escala en UTC.
Así es como funcionan los ‘relojes informáticos’, pero ¿cómo hace el cambio de hora automático nuestro móvil? Como decíamos, no lo hace por 4G ni por WiFi, sino que para ello utiliza la red GSM (2G). Es decir, que sí que ocurre por Internet, pero la cantidad de datos que se requieren para esto es tan sumamente reducida que se puede utilizar la primera generación de redes móviles que permite intercambio de datos y no solo voz.