Un estudio que ha llevado a cabo un equipo de científicos de la Universidad Erasmo de Róterdam en los Países Bajos revela que beber café y té ayuda a proteger el hígado de las enfermedades hepáticas.
La ciencia ya ha demostrado en trabajos anteriores los efectos beneficiosos para la salud que tiene el consumo de café y de distintos tipos de té. De acuerdo con sus conclusiones, la cafeína está vinculada con un menor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, tiene propiedades antiinflamatorias y también puede ayudar a reducir el peligro de sufrir cáncer o diabetes.
Por su parte, el té destaca por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorias, y también se vincula con propiedades adelgazantes, por regular el estrés y ayudar a mitigar las enfermedades cardiovasculares, entre otros beneficios para la salud.
El nuevo estudio, que ha sido publicado en el diario Journal of Hepatology, pone de manifiesto que tanto el café como el té están asociados a una menor rigidez hepática, que es un factor que ayuda a predecir las complicaciones en el hígado y que denota lo sano que está el órgano.
En las pruebas han participado un total de 2.424 voluntarios (hombres y mujeres) con una edad media de 66,5 años. Los individuos se sometieron a elastografías hepáticas, que se trata de una técnica de exploración indolora del hígado, así como a pruebas de ultrasonido. Además, también tuvieron que completar un cuestionario relacionado con su alimentación e indicar si su consumo de café y té era frecuente (más de tres tazas al día), moderado (entre una y tres tazas) o nulo.
Las conclusiones de los científicos han resultado ser bastante claras: beber café y té de forma moderada o frecuente reduce la rigidez hepática, por lo que ayuda a mantener el hígado sano.
