Llegado el verano podemos elegir alimentos que nos ayuden a bajar la temperatura corporal, pero que también nos nutran. Conoce en este post cuáles son estos alimentos.
Cuando hace mucho calor no tenemos ganas de comidas copiosas ni calientes, sin embargo, aún siendo verano debemos alimentarnos y nutrirnos bien. Es un asunto de hábitos y de optar por los alimentos que bajen la temperatura corporal. Entérate de más en este artículo.
Baja tu temperatura corporal con estos alimentos
Hay muchas estrategias que nos pueden ayudar cuando hace calor, tales como quedarnos al lado del aire acondicionado todo el día, no salir a la calle al mediodía, ponernos ropa blanca y suelta, llevar un abanico a donde vayamos o pasarnos todo el día en la piscina o en el mar.
¿Pero qué sucede con la comida? Aunque sea verano igualmente tenemos apetito y debemos alimentarnos como en otra época del año, con lo que comienzan los dilemas: ¿Qué cocino? ¿Qué como para no sentir todavía más calor? ¿Una ensalada saciará el hambre?
El secreto de comer bien y bajar la temperatura corporal cuando nos alimentamos es mantener una dieta con pocas calorías, que además contenga alimentos bien frescos. Es importante evitar los platillos hipocalóricos, ya que no solamente nos hacen aumentar de peso sino que también nos hacen sentir calor.
Para evitarlo te recomendamos las siguientes comidas veraniegas:
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1. Zumos de fruta

Serán tus grandes aliados en todo el verano. Compra diferentes frutas y ten a la mano la licuadora o el exprimidor. Los zumos se pueden consumir en cualquier momento del día, te refrescan en el momento y además te alimentan.
Pueden servir para el desayuno junto a una rebanada de pan tostado y queso o un pote de yogur desnatado. Y durante el día, un zumo de naranja o de manzana reducirá la temperatura de tu cuerpo y evitará que comas cualquier otra comida sin valor nutricional.
2. Ensaladas frescas
Hay muchísimas opciones. Puedes combinar los vegetales que más te gusten, tales como lechuga, tomate, apio, zanahoria, remolacha, cebolla y col. También, puedes añadir verduras cocidas que estén frías, al igual que aliños. El aceite de oliva, el limón y las hierbas aromáticas son imprescindibles.
Si con una “simple” ensalada no saciaras tu apetito, puedes añadir ingredientes como arroz, huevo duro, aceitunas o atún en lata.
3. Pescado
No puedes olvidarte del pescado fresco para reducir la temperatura de tu cuerpo en verano. Tiene menos calorías que la carne y según el modo de preparación puede refrescarte. Acompáñalo con ensalada o verduras salteadas.
Lo mejor de todo es que durante los meses calurosos es más fácil conseguir salmón, lenguado o merluza que tienen ácidos grasos como el omega 3 (grasa saludable). El marisco también es una excelente solución para disfrutar de un almuerzo rico, sano y refrescante.
El pescado puede reemplazar los embutidos y, en muchos casos, se sirve frío junto a una rica ensalada. Para acompañar una copa de mariscos, puedes pedir una copa de vino blanco frío.
4. Frutas enteras

Más allá de los zumos que son deliciosos y nutritivos, otra buena manera de hacerle frente al verano y a las altas temperaturas es consumir frutas enteras. Por ejemplo, llévate una manzana, una pera o un melocotón a la oficina. Si tienes tiempo prepara una macedonia, pero no le agreges azúcar.
Puedes añadir trozos de fruta al yogur o agregarle un puñado de moras, frambuesas y arándanos. Te recomendamos que consumas aquellas frutas con alto contenido de agua como la sandía y el melón. Ambos son refrescantes, aportan mucha fibra y minerales, hidratan, son riquísimos y no tienen casi calorías.
5. Lácteos
Un rico yogur de fresa por la mañana es mucho más refrescante que una taza de café con leche y, por supuesto, más saludable. Los lácteos (mejor si son desnatados) pueden ser aliados perfectos para reducir la temperatura corporal cuando hace calor.
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6. Sandwiches livianos
El pan de molde integral (si tiene semillas, mejor aún) no puede faltar en tu cocina. El verano es el momento ideal para preparar un bocadillo rápido y liviano. Aprovecha para comer más verduras agregándoselas a los sándwiches.
En lugar de mayonesa, puedes untarles aguacate. En vez de embutidos, ponle palmitos; elige brotes frescos, queso fresco. Puedes innovar con lo que tengas en la nevera.
7. Pasta
Quizás relaciones los fideos con una comida de invierno, sin embargo, también puedes elegirlos en verano. Para ello deberían “cumplir” una condición: consumirse fríos.
Una vez que estén listos déjalos un rato en la encimera (no en la nevera porque quedan demasiado duros). Luego, combínalos con los ingredientes que más te gusten: olivas, tomates cherry, trozos de queso, ajíes, pepinillos, atún. No te olvides de condimentar con aceite de oliva, albahaca, romero, sal y pimienta.
8. Agua y helados
El agua no puede faltar en el verano, ya que no solamente reduce la temperatura corporal sino que también evita la deshidratación. Muchas veces creemos que tenemos hambre cuando en realidad es sed.
Y si no te gusta mucho beber agua, puedes elegir té verde frío con limón o cualquier otra infusión con cubos de hielo. En cuanto a los helados, te recomendamos que no abuses de ellos porque tienen azúcar y grasa. Puedes siempre elegir los de agua y mucho mejor si los preparas en casa.